Aprendiendo de Flint, Michigan
Escrito por Alexis Limberakis, Senior Director, Sostenibilidad Ambiental, The Clorox Company
Los sucesos recientes de Flint, Michigan con respecto al suministro de agua y el envejecimiento y deterioro de la infraestructura de nuestra nación, han traído el problema de acceso de agua potable y sus consecuencias a nuestras vidas. Hemos visto una pequeña parte de lo que significaría nuestras vidas sin tener acceso a agua potable – algo que los Americanos normalmente tomamos por sentado, pero es la realidad que viven una de cada 10 personas alrededor del mundo.
Este año, en el Día Mundial del Agua, se cumple mi quinto aniversario desde mi primera visita a Perú, cuando recién iniciábamos los primeros pasos del Proyecto Agua Segura. Una vez empezamos a potenciar el proyecto junto con diferentes ONGs, el Ministerio de Salud de Perú y nuestro equipo de Clorox Perú, fuimos a varias áreas alrededor de Lima en busca de comunidades que no cuenten con el acceso a agua segura. En ese momento, me impresionó ver las dificultades que tantas personas todavía viven en el siglo 21 sin acceso a algo tan básico y fundamental en la vida humana como lo es el agua, lo cual no lo hemos considerado como un problema fundamental en Estados Unidos hasta ahora. Por supuesto que he visto las estadísticas, videos y he hablado con muchos expertos en el área mientras desarrollábamos nuestro propio enfoque para ayudar, pero no hay nada como ver el problema en persona para realmente engancharte y querer ser parte de la solución. Una vez que presencias el problema global del agua en persona te cambia; cada vez que regreso a visitar las comunidades del proyecto, que actualmente son 21 comunidades que alcanzan nuestra meta de ayudar a 25,000 personas, me doy cuenta que este es el proyecto más significativo de mi Carrera.
Cada vez que regreso a Estados Unidos, exhausta y emocionada, comparto las fotos e historias de mi última visita y las personas me apoyan y aprueban el maravilloso trabajo que venimos haciendo. Sin embargo, esta vez me pareció que la reacción fue distinta ya que en Flint y otras comunidades han tenido problemas con el acceso a agua segura, por lo que el problema parece ser más real ya que ahora también pasó a ser parte de países del primer mundo.
Mi esperanza es que los Americanos no nos enfoquemos solo en solucionar nuestras propias dificultades con la calidad del agua, sino que nos despierte una necesidad de compromiso en solucionar el problema global que tenemos con el acceso al agua apta para el consumo humano, de una vez por todas.